Si se hubiese llevado a cabo la elección del euro, como nosotros lo preconizábamos, no como moneda única, sino como moneda común superpuesta a las monedas nacionales con respecto a cierto número de utilizaciones capaces de evolucionar en función de las necesidades reales de la sociedad, como moneda complementaria y no como moneda de sustitución, este enorme problema de falsificación hoy no se plantearía.
If our recommendation had been accepted for the euro to be chosen, not as the single currency, but as a common currency with precedence over national currencies for certain uses likely to develop in line with the real needs of society, as a complementary currency and not as a substitute currency, we would not be facing this enormous problem of counterfeiting today.