Ya en 1992, una recomendación del Consejo [4] pedía a los Estados miembros «velar por el mantenimiento y, en su caso, el desarrollo de un sistema de asistencia de calidad, adaptado a la evolución de las necesidades de la población y, en particular, a las derivadas de la dependencia de las personas de edad avanzada, a la evolución de las patologías y de las terapéuticas y a la necesaria intensificación de la prevención».
As early as 1992, a Council Recommendation [4] called on the Member States to "to maintain and, where necessary, develop a high-quality health-care system geared to the evolving needs of the population, and especially those arising from dependence of the elderly, to the development of pathologies and therapies and the need to step up prevention".