Pero hay también otra esperanza basada también en las posiciones de la Comisión y, en particular, del Comisario Michel Barnier, que, afortunadament
e y contra viento y marea, no dejó de confiar en que es posible un política efectiva de cohesión económica y social en el plano europeo, dotada de un paquete mínimo de recursos financieros, más simplificada, descentralizada y eficaz y con una mayor contribución a los objetivos de cohesión por parte de las otras políticas comunitarias, una política de cohesión que ha de perfeccionar sus respuestas a las necesidades de las regiones insulares, de montaña,
de las regiones de ...[+++]baja densidad demográfica y, naturalmente, de las regiones más periféricas.
This is yet another hope founded on the stance adopted by the Commission and, in particular, by Commissioner Barnier, who, I am glad to say, has never ceased to believe, come rain or come shine, in the feasibility of an effective European-level economic and social cohesion policy, endowed with a minimum level of financial resources: simpler, less centralised, more effective and with other Community policies making a greater contribution towards the aims of cohesion; a cohesion policy which must improve the way it responds to the needs of island and mountainous regions, sparsely-populated regions and, of course, ultra-peripheral regions.