Hace del trabajo digno un instrumento de la política europea de desarrollo, en primer lugar financiando, junto con la OIT, un programa de desarrollo del trabajo digno, creando también una etiqueta europea y elaborando una lista negra de las empresas que violan las normas laborales fundamentales y, por último, estableciendo sanciones comerciales contra los países que atenten gravemente contra los derechos sociales fundamentales.
It makes decent work a tool of European development policy, firstly by cofinancing, with the ILO, a development programme for decent work, and secondly by creating a European label and a blacklist of companies that violate fundamental labour standards, and lastly by implementing trade sanctions against countries that seriously infringe fundamental social rights.