La segunda parte de la respuesta consiste, por supuesto, en un enfoque riguroso de la administración, del crecimiento nulo de la Comisión, de lo que denominamos prioridades negativas para la ardua valoración de los programas —comprobar si funcionan o no— y, sobre la base del rendimiento, de algunos ámbitos con un presupuesto inferior a la programación financiera para 2012 que existía antes.
The second part of the answer is, of course, a rigorous approach to administration, zero growth of the Commission, and what we call the negative priorities for the very tough assessment of programmes – to see whether they are working or not – and, on the basis of performance, in some areas budgeting below the pre-existing financial programming for 2012.