En la portada de su último número, el semanario The Economist retrataba nuestra situación en términos bastante dramáticos, con dos señales que, apuntando hacia direcciones opuestas, rezaban, respectivamente, «Ruptura» y «Super Estado».
On the cover of its most recent edition, The Economist depicted our situation rather dramatically, with two signposts pointing in opposite directions labelled '"Break-up" and "Superstate".