Sin embargo, el debate público de los últimos años no ha girado en torno a los pros y los contras de la ingeniería genética, sino que ha sido una campaña de tinte ideológico encaminada a obstruir una tecnología moderna y de futuro. Por ello a nadie sorprenden los resultados de las encuestas que indican que la mayoría considera la ingeniería genética como obra del demonio y abomina de ella.
Over recent years, however, public discussion has not been about the pros and cons of genetic engineering, but has instead been a campaign mounted along ideological lines, aimed at obstructing a modern and forward-looking technology, so it is not to be wondered at that the results of surveys show the majority regarding genetic engineering as the work of the devil and abominating it.